Un estudio de la Universidad de Oxford, Inglaterra, señala que las personas que llevan una dieta vegetariana reducen en un 32% el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Por lo tanto, cada día sin carne mejora la salud, disminuyendo en un 4,5% las probabilidades de padecer enfermedades al corazón.
El año 2015, la OMS clasificó la carne procesada como altamente cancerígena, situándola dentro del Grupo 1, el mismo del tabaco. En esta clasificación entran productos como el jamón, las salchichas y las preparaciones y salsas a base de carne.
La gran cantidad de fármacos utilizados en la cría intensiva de animales es la principal causa de epidemias como la gripe aviar y la gripe porcina, al mismo tiempo que genera resistencia a los antiobióticos en los seres humanos. Según la OMS, el 80% de los antibióticos es consumido por la industria de la ganadería, principalmente para estimular el crecimiento de animales sanos.
Si para producir un kilo de carne se utilizan entre 15 y 20 kilos de cereales, ¿cuántas personas podrían comer si estos mismos cereales fueran destinados al consumo de seres humanos en vez de utilizarse par alimentar animales?
Un kilo de carne alcanza para que coman sólo 4-5 personas, mientras que con 15 kilos de legumbres pueden alimentarse más de 100 personas.
En el mundo, cada 15 segundos muere un niño por causas asociadas a la desnutrición; debemos comenzar a elegir nuestra alimentación con mayor responsabilidad y empatía.
La Academia Americana de Nutrición y Dietética -la organización más grande del mundo de profesionales de la nutrición-, avala las dietas basadas en vegetales en todo el ciclo de vida humano, incluyendo embarazo, lactancia, adolescencia, tercera edad y también para atletas de alto rendimiento. De hecho, dice que estas dietas no solo son sanas, si no también efectivas para prevenir algunas enfermedades crónicas.